sábado, 31 de diciembre de 2016

SARNA CON GUSTO Refranes, canciones y rastros de sangre - César Pérez Gellida


Este es el primer libro que leo de César Pérez Gellida, he visto muy buenas críticas de sus libros, así que cuando apareció en la estantería de novedades de la biblioteca no me lo pensé y me lo llevé para casa.

Una novela ambientada en Valladolid, el protagonista un inspector de homicidios: Ramiro Sancho y un lugar privilegiado para vivir un secuestro en la piel de cada uno de los implicados: 500 páginas de intriga.
Me costó mucho entrar en la historia, subcapítulos cortos, muy cortos en ocasiones, que te iban situando en los distintos escenarios: la comisaría de policía, la casa de los padres de la niña secuestrada, la del policía protagonista, algún lugar de la provincia de Valladolid donde tenían a Margarita, Bruselas… conforme avanzada por sus páginas es cierto que la historia te iba atrapando, era fácil interesarse por los personajes, aunque a veces solo nos daban algunas pinceladas y sobre todo querer confirmar si tendríamos ese final fácil de imaginar.
Me ha recordado a esas películas que ves después de haber leído el libro y piensas que se han dejado un montón de cosas por el camino, que cómo, alguien que no ha leído el libro, es capaz de seguir bien la historia. Sarna con gusto es una novela que llega después de una trilogía Versos, canciones y trocitos de carne con protagonistas en común. Creo que aquellos que leáis o hayáis leído primero la trilogía disfrutaréis más de Sarna con gusto, yo, en ocasiones, pensaba que me estaba perdiendo demasiados detalles, que no sabía como influía la historia de Augusto Ledesma en la investigación del secuestro, si la Congregación de los Hombres Puros me sacaría de alguna de las dudas que tenía desde las primeras páginas…
Interesante conocer un secuestro viviéndolo con los distintos implicados como en esta novela aunque me hubiera gustado que el autor hubiera profundizado más a algunos personajes, conocer un poco más su historia, entender mejor el porqué de algunas decisiones de los protagonistas, sobre todo los giros bruscos de personalidad de algunos de ellos. Algunos flecos que quedan colgando que imagino aclararé con otras entregas con este protagonista, Ramiro Sancho.

domingo, 18 de diciembre de 2016

Pequeñas infamias – Carmen Posadas


Una novela que ganó el premio Planeta en 1998 y que llega al club Escuela de Mandarines.
Empezamos con la muerte de un cocinero en una cámara frigorífica. Parece que Carmen Posadas se anticipara a su tiempo tan de moda que está hoy la cocina y la novela negra.

Tenía los bigotes más rígidos que nunca; tanto que una mosca podría haber caminado por ellos igual que un convicto sobre la plancha de un barco pirata. Sólo que no hay mosca que sobreviva dentro de una cámara frigorífica a treinta grados bajo cero: y tampoco Néstor Chaffino, jefe de cocina, repostero famoso por su maestría con el chocolate fondant, el dueño de aquel bigote rubio y congelado.

Una novela que habla de cocineros y donde se adivinan recetas si que tenemos, pero una novela negra no, y no es necesario, es bueno también salir de ese mundo donde siempre hay asesinatos truculentos. Tenemos una muerte y tenemos los días y momentos previos que llevaron a la misma. Durante toda la novela trataremos de averiguar cuales son las pistas que nos identificaran al asesino, no podemos evitar hacerlo, y lo haremos conociendo a todos los protagonistas, sus relaciones inesperadas y las vidas ajenas que siempre pueden parecer más interesantes que la nuestra, incluso más fáciles, al menos hasta que conocemos todos los entresijos.
Una novela que se adivina intensa, con un eje central muy llamativo: Néstor Chaffino cocinero conocedor de múltiples secretos inconfesable tras una larga vida entre fogones. Pero tenemos también una novela que languidece hacia la mitad para llevar a un final donde quedamos con bastantes preguntas sin respuestas.
Una novela donde veremos la importancia que puede tener una conversación aparentemente intrascendente. Donde podemos ver que puede ser fácil identificar determinados detalles aunque pensemos que no estamos dando suficiente información al contar secretos inconfesables y las consecuencias que ello podría tener.
Es fácil tener prejuicios y perjuicios frente a esta escritora por su carácter mediático. Quizás muchos llegamos así a sus obras, por cualquiera de las dos caras de esta situación. Una novela de fácil y entretenida lectura pero también de fácil olvido. Yo, por ejemplo, ya la había leído con anterioridad y en esta ocasión ha sido casi como leerla de nuevas. Sin embargo, otras obras suyas como El testigo invisible me dejó mucho mejor recuerdo e imagino que ha dejado más “poso” y la recomendaría antes si te inicias con esta autora.

jueves, 8 de diciembre de 2016

París-Austerlitz – Rafael Chirbes



Llegué a Chirbes tras su fallecimiento, confieso que no recordaba haber oído hablar de él antes, ni tampoco recordaba haber leído ninguna de sus obras.

Y para poner remedio empiezo por su última novela: París-Austerlitz, una novela póstuma escrita a lo largo de veinte años y en la que nos presenta un mundo bastante decadente, un París de finales del siglo pasado, quizás no el que estamos acostumbrados a imaginar cuando pensamos en él, o quizás aquel que lo hizo tan famoso al principio del siglo pasado visto desde la cercanía, sin el embrujo de los artistas famosos que allí vivieron.
Una historia que muestra una de las caras de la plaga de finales del siglo pasado a la que hoy se le ha perdido el miedo. Nos presenta una relación donde priman las diferencias: edad y clase social, diferencias que parecen no importar en los momentos de felicidad, en los momentos en los que Michel acoge a un joven pintor español que quiere iniciar una carrera, una vida por si mismo, lejos de todo lo que conoce, en la ciudad soñada por cualquier artista.
Chirbes nos cuenta toda la historia desde los pensamientos de este joven pintor en uno de sus momentos más difíciles, sus dudas, sus fracasos, quizás su traición.
…sufre cuando te ve, le traes los recuerdos, echas sal en la llaga. Me marchaba de allí sin volver la cabeza…
Pero también conocemos a Michel, aunque siempre desde la parcialidad de sus recuerdos, de aquello que él conoció. En uno de los momentos más dramáticos y de aquellos otros que trae el recuerdo, momentos de un comienzo, de alegría, de vivir pensando solo en el presente.
Una novela corta, pesimista quizás, que muestra una realidad tan frecuente, diferencias que terminan haciendo daño, diferencias a la hora de vivir una relación, narrado de una forma espectacular desde los pensamientos de uno de sus protagonistas, contado como podríamos justificar cada día historias de nuestra vida, difícil de llevar de forma tan magistral a las páginas de un libro.